Nacimientos virginales, partenogénesis
Hay especies de animales, y cada vez se conocen más, que son capaces de reproducirse sin necesidad del macho. Hembras capaces de engendrar “clones” de ellas mismas.
La capacidad de reproducirse sin la presencia del macho es relativamente frecuente en peces, anfibios, reptiles y en aves pero no se conoce ningún mamífero que se reproduzca de este modo, sin embargo, la partenogénesis se ha inducido de forma experimental en varios mamíferos, como los conejos, ratones y existen experiencias con primates.
El término partenogénesis, derivado del griego nacimiento a partir de una virgen, se usa en biología para referirse a una forma de reproducción en la cual un óvulo se desarrolla sin la participación de la célula sexual masculina.
Ejemplos de partenogénesis son los que ocurren en muchos insectos como las hormigas y las abejas, pulgones, el insecto palo o los caracoles. En peces como los tiburones martillo y cebra. En anfibios y reptiles como tipos de lagarto, o el dragón de komodo, serpientes como la víbora y la pitón. Y en aves como las palomas, el pavo salvaje, las gallinas, algunas especies de codornices; recientemente se han descubierto dos casos de cóndor en California.
En las abejas, el zángano es un clon de la abeja madre, no nace de huevos fecundados por el macho como sí las abejas obreras. Si un dragón de komodo llega a una isla deshabitada, por ejemplo, la hembra puede crear una población a través de la partenogénesis.
Un agente causante de la partenogénesis es una bacteria denominada Wolbachia que modifica el ADN (ácido desoxirribonucleico) de los animales, dotándolo de la capacidad de desarrollar huevos no fecundados por macho alguno.