España

Venalidad o compraventa de cargos públicos

Venalidad de los cargos es la práctica de vender o comprar cargos políticos y administrativos dentro del sistema gubernamental. La práctica, procede de la antigua Roma. Cayo Suetonio y Cornelio Tácito nos dan cuenta de la corrupción romana.

En la República Romana, el gobierno estaba estructurado de manera que diferentes cargos y magistraturas estaban disponibles para los ciudadanos romanos que cumplieran «ciertos requisitos». Estos cargos incluían desde los magistrados menores, como los ediles, hasta los más altos, como los cónsules.

En la Edad Media, los reyes franceses empezaron a considerar ciertos cargos como un medio para proporcionar dinero a los erarios. Luis XII vendió funciones de Hacienda y el rey Francisco I vendió todos los cargos de justicia. Se creaban cargos y puestos de funcionarios, innecesarios, que además eran hereditarios.

La venalidad de los cargos es una práctica ilegal y altamente perjudicial para la integridad de las instituciones públicas. Imaginemos un partido político que accede al poder, mediante elecciones, e inmediatamente pone a la venta algunos ministerios importantes. Este sería más o menos el proceso.

Venalidad – Caso hipotético

1º – Después de ganar las elecciones, el partido político que accede al poder comienza a establecer contactos con individuos y grupos interesados en obtener control sobre ministerios específicos. Estos contactos pueden ser realizados a través de intermediarios, lobistas o directamente entre representantes del partido y posibles compradores.

2º – El partido político identifica los ministerios que están dispuestos a «vender» y establece un precio inicial para cada uno. Los ministerios pueden ser seleccionados en función de su importancia estratégica, presupuesto asignado, o el potencial de influencia y poder que ofrecen.

3º – Se inician negociaciones con posibles compradores, quienes pueden ser individuos adinerados, empresas o grupos de interés. El partido político ofrece el control del ministerio a cambio de una suma de dinero u otros beneficios, como contratos gubernamentales favorables o influencia en la toma de decisiones.

4º – Una vez que se llega a un acuerdo sobre el precio y los términos, se formaliza un contrato o acuerdo entre las partes involucradas. El comprador realiza el pago acordado, que puede ser entregado en efectivo, transferencia bancaria u otros medios financieros. Es posible que se utilicen empresas fantasma o cuentas en el extranjero para ocultar la transacción y evitar la detección.

5º – Entrega del ministerio: Una vez que se completa el pago, el partido político procede a entregar el control del ministerio al comprador. Esto puede implicar el nombramiento de un titular del ministerio designado por el comprador, la influencia en la toma de decisiones y políticas dentro del ministerio, o la manipulación de contratos y recursos públicos en beneficio del comprador.

Venalidad de los cargos – Candidatos

También se incluye dentro de la venalidad de los cargos, la venta de candidaturas políticas dentro de los partidos. Esta práctica puede ocurrir en diferentes niveles, desde las elecciones locales hasta las nacionales, y puede implicar una variedad de escenarios y motivaciones.

Un escenario hipotético podría se el siguiente:

1º – Demanda de candidaturas: Dentro de un partido político, hay personas interesadas en postularse como candidatos a las próximas elecciones. Estas personas pueden ser miembros del partido con ambiciones políticas o individuos externos que deseen utilizar la plataforma del partido para promover sus intereses.

2º – Oferta por candidaturas: Los líderes del partido, que tienen el poder de nominar candidatos, reciben solicitudes de personas interesadas en postularse. Algunos de estos líderes pueden verse tentados a monetizar estas nominaciones ofreciendo las candidaturas a aquellos que estén dispuestos a pagar.

3º – Negociación y acuerdo: Se establecen negociaciones entre los líderes del partido y los interesados en las candidaturas. Se discuten los términos financieros y otros beneficios que el candidato potencial puede proporcionar al partido a cambio de su nominación. Estos beneficios pueden incluir contribuciones financieras, promesas de apoyo político futuro, o la garantía de ciertas políticas o decisiones una vez en el cargo.

4º – Pago y nominación: Una vez que se llega a un acuerdo, el candidato paga la suma acordada al partido político. A cambio, el partido lo nombra como candidato oficial para la elección en cuestión. Este proceso puede ser opaco y no necesariamente se realiza de manera transparente, lo que dificulta su detección.

5º – Campaña y elección: El candidato, ahora oficialmente nominado por el partido, lleva a cabo su campaña electoral. Durante este tiempo, puede recibir apoyo adicional del partido, así como de aquellos que financiaron su nominación. Si el candidato gana la elección, puede verse obligado a cumplir con las expectativas del partido y de quienes lo apoyaron financieramente.

Naturalmente la venalidad de los cargos es una actividad completamente ilegal y puede conllevar consecuencias graves para todas las partes involucradas si son descubiertas, incluyendo procesos legales, pérdida de reputación y daño a la integridad de las instituciones democráticas. La corrupción política socava la confianza de la población en el gobierno y debilita la democracia.

La venalidad de los cargos permite que aquellos con recursos financieros compren influencia política y acceso al poder, en detrimento de la representación genuina de los intereses de la ciudadanía. Como tal, es crucial implementar medidas de transparencia y rendición de cuentas para prevenir y castigar este tipo de prácticas corruptas.

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